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Tanto si eres Coach, Psicoterapeuta, Gerente empresarial o apasionad@ y comprometid@ con tu propio crecimiento, es fundamental que estés atent@ a los cambios que día con día, se suceden en el ámbito del Desarrollo Personal.
La Ortodoxia… ¿pierde vigencia?
Ortodoxia es una palabra que si bien no es tan frecuente, se podría decir que la escucharás cada cierto tiempo. Si quieres refrescar tu memoria con la explicación de Wikipedia, click aquí para ver el significado en profundidad. De todas maneras, quiero utilizar este término de acuerdo al primer significado que puedes ver en la imagen siguiente.
Ortodoxia
«Conformidad con los principios de una doctrina o con las normas o prácticas tradicionales, aceptadas por la mayoría como las más adecuadas en un determinado ámbito«. Este sería el significado más genérico que luego podrás extenderlo a la situación que quieras.
En mi caso, la ortodoxia significaba que mi práctica profesional de Desarrollo y Superación Personal la ejercía de acuerdo a los principios elementales de la PNL (Programación Neuro Lingüística). Más tarde, con el Coaching Ejecutivo y Personal también fui ortodoxo al convertirme en experto en Coaching con PNL pero como puedes suponer, flexibilizar los criterios puros de la PNL para combinarlos con los del Coaching, ¡me llevó un buen tiempo!
En el contexto que te estoy presentando, la ortodoxia resalta la importancia de la “súper especialización” profesional de un individuo, en aquella rama del conocimiento que ha decidido explorar, ¿me explico?
No cabe duda que ser un experto “en profundidad” tiene sus beneficios, pero para evaluarlos objetivamente, hay que contrastarlos con las limitaciones que trae aparejadas. Deja ponerte un ejemplo. En el párrafo anterior, te comentaba que yo era un “orgulloso penelista Ortodoxo”. Pues bien, Richard Bandler (uno de los co-creadores de la PNL), ha criticado ácidamente en sus seminarios al AT (Análisis Transaccional), por no encontrarle sentido alguno a las interacciones entre el “Padre, el Hijo y el Adulto” (figuras clave de esta modalidad de psicoterapia).
En ese sentido, yo, “penelista ortodoxo”, ¿qué postura podría adoptar al respecto? Acertaste: ¡Creer ciegamente en el co-fundador de la PNL! Algo que más tarde, mucho más tarde, me arrepentiría, ya que al animarme a estudiar esta escuela de terapia, encontré que es muy, pero muy interesante.
Asimismo como Master en PNL, he utilizado con mucha asiduidad con mis clientes, prácticamente el 85% o 90% de todas las técnicas y ejercicios que he aprendido en libros que leí, y las certificaciones y seminarios que he tomado en Argentina y México, ¿y sabes qué?
NO TODO LO QUE DICEN QUE FUNCIONA DE UNA MANERA,
ES REPLICABLE AL 100% PARA TODOS.
Tal como lo lees. Ahora bien, esto no significa que esté criticando la PNL. Significa que te estoy presentando la puerta de entrada a la nueva y –en mi opinión– la mejor opción de Superación Personal que marcará un hito en el milenio que recién comienza.
La Holística, simiente del tercer milenio
Me pregunto qué pasaría si de cada libro que lees, de cada persona que encuentras y de cada curso que tomas, elijes quedarte con algo, aprender algo, incorporar algo a tu vida. ¿Crees que habrá alguna diferencia? Ojo, no es una idea liviana la que estoy manifestando. Traslada este punto a la religión. En América Latina, la religión predominante es la Católica Apostólica Romana, así que la utilizaré como ejemplo. Si eres católico, ¿sabías que implícitamente has aceptado la interpretación que la Iglesia hace de las Sagradas Escrituras? Es decir, no es tu interpretación la que cuenta sino la de tu Iglesia, la que debes tomar válida (siempre y cuando te quieras considerar un buen católico). Lo mismo va para la mayoría de las religiones. Esto es la Ortodoxia.
Siguiendo con el ejemplo de la PNL que te presentaba anteriormente, vuelvo a ratificar que no la he criticado. Simplemente he adoptado una postura más amplia y abandonando la Ortodoxia, decidí quedarme que las técnicas y herramientas que SÍ me han dado resultado (que son muchísimas). Y esto que te estoy explicando, forma parte del Holismo, o como vas a escuchar más a menudo: la Holística (click aquí para más información).
Cuando hablamos de Holística, el pensamiento predominante es solo uno: “TODO” o “TOTALIDAD”. La segmentación que puedes hacer en un ensayo sobre una religión, un individuo o una sociedad, puede que sea útil a los fines prácticos o didácticos, pero si analizas algo sin tener en cuenta la Holística (el TODO, el Contexto), sólo obtendrás una comprensión parcial y sesgada de la realidad.
Al adoptar una postura Holística en mi vida personal y profesional, abandoné la Ortodoxia (la súper especialización en Coaching y PNL), me quedé con lo que me gustaba y me dio resultado en el pasado, y abrí mi mente a nuevos caminos, nuevos conceptos y nuevas teorías, en la rama de las disciplinas y terapias alternativas.
Algunas de las terapias y disciplinas que investigué rayaban el esoterismo y otras tenían una naturaleza sectaria que daba miedo. Crítico como soy, deseché rápidamente todo lo que no tuviera una explicación mínimamente convincente. Así que me quedé con aquellas que tenían como enfoque la energía y ahondé más por ese lado.
La idea de que la Energía que tenemos las personas produce y atrae diferentes circunstancias en nuestra vida, me seducía desde hace un tiempo; y quería descubrir el razonamiento que argumentaba todo aquello. Porque más allá de la opinión que tú o yo podemos tener sobre la Energía o carga energética de algunas personas (incluida la nuestra), creo que sería de necios negar su existencia, ¿verdad?
Llegando al punto principal, quiero compartirte que los resultados que he observado en mi vida en muy pocos meses a través de los Códigos Sagrados y la Geometría Sagrada, me han dejado boquiabiertos. Dos años atrás o pocos meses atrás no hubiera imaginado ni cerca que en este momento te estaría hablando de esto. En los próximos días voy a presentarte un proyecto de formación donde utilizo lo mejor de cada herramienta que he aprendido en todos estos años. Si te funciona solo la mitad de lo que ha funcionado conmigo, vaya…, tu vida cambiará ¡y mucho!
Te espero por aquí muy pronto.
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