La Santa Venta
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Puede parecer caprichosa, pero en realidad es muy justa. Quizás, es el Santo más justo de todos. Eso sí; si esperas piedad, o misericordia de alguna clase, mejor vete a buscarla a otra parte, porque aquí no la vas a encontrar. Pero si quieres éxito económico, laboral, profesional, e incluso en tu relación de pareja; te conviene llegar al final del artículo.
Pobreza para unos, Riqueza para otros
Tú los has visto, porque están por todos lados. Hay Vendedores millonarios, y otros que viven en sumergidos en la pobreza. Ambos, son hijos de la “Santa Venta”.
¿A qué se debe, entonces, esta situación? Te invito a que analicemos juntos, algunos factores que son determinantes.
El último recurso
Imagínate que luego de dos o tres años de relación de pareja, un buen día te enteras de que tu novi@ está contigo, porque en realidad no se le pudo dar con otra persona, a quien deseaba en primer lugar. ¿cómo te sentirías con eso?
A nadie le gusta ser premio de consolación en nada, y mucho menos, en cosas que son importantes para nosotros. Sin embargo, en nuestra cultura pareciera que prepararse profesionalmente para ser Vendedor, es poca cosa. Un abogado, ingeniero o contador, que se gana la vida vendiendo, es porque fracasó en su primer intento, de tener éxito siendo profesional.
Y en ese momento, cuando tienen que tener éxito…, porque “necesitan pagar sus cuentas”, la Santa Venta se encarga de acomodar los tantos.
Podríamos decir que todos ellos han caído de su gracia, y si piensas que “rogarle” y pedirle a esta Santa que los ayude a tener muchos cierres de ventas en el mes, lee el apartado siguiente.
Peticiones y Ofrendas
Aunque no lo creas, a este Santo las peticiones le llueven. Y en una cantidad significativamente mayor que a cualquier otro.
El grueso de las personas que inician en el mundo de los negocios (léase “ventas”), lo hacen por una cuestión de ambición, o de necesidad previa. Comparativamente, la cantidad de individuos que “eligen” vender como carrera profesional, es mínima teniendo en cuenta a sus colegas menos aventurados.
Así es que este gran universo de personas que eran profesionales o empleados a sueldo fijo, y ahora son Vendedores a tiempo completo; se dan cuenta de repente que el valor de su cheque al final de la quincena o del mes, vale tanto como fue su capacidad de producir en ese mismo período. Y esto ya dejó de ser agradable. Para el Vendedor, sin saberlo de forma consciente, aparece en juego una nueva herramienta: la esperanza. Que no es otra cosa que una suerte de “plegaria” petitoria a la Santa Venta.
- Lo vi muy convencido, seguro que mañana me encarga el producto.
- Me dijo que el mes que viene me compra, así que ya cuento con una venta para las metas del próximo mes…
- Ojalá compre este cliente…
Expresiones de ese tipo, son plegarias encubiertas dirigidas a la Santa Venta, ni más ni menos.
Ahora bien, podría ser que al tratarse de la “Santa Venta», no tendría nada de malo pedirle, implorarle, o de plano rogarle; para hacer que la suerte tuerza a nuestro favor, y nos veamos favorecidos con muchas ventas concretadas.
De hecho, todo el mundo le pido éxito, dinero, comisiones, bonos y viajes. El problema está… que a diferencia del resto de los Santos, cuando la gente obtiene aquello tan deseado, nadie se acuerda de “regresar con la Santa Venta”, con una plegaria de AGRADECIMIENTO.
En resumen…
Cuando las cosas van mal, o la incertidumbre se apodera del Vendedor, le implora desesperadamente a la Santa Venta para que le ayude y lo salve. Y cuando la suerte del Vendedor finalmente cambia, y el éxito y la buena fortuna parecen sonreírle… ¿sabes qué hace el Vendedor? Comienza a escribir un libro titulado “El Secreto de mi Éxito”, o algo por el estilo.
¿Y la Santa Venta? Te podrías preguntar…
«Bien, gracias. Si te he visto no me acuerdo….»
La causa
Si bien la Santa Venta es la patrona del mundo de los negocios, no se deja guiar ni “tantito”, de frivolidades egoístas.
Aunque para el Vendedor es crucial y muy importante no atrasarse en sus gastos mensuales como servicios, colegiatura, renta y tarjetas de crédito; para la Santa Venta esto no son más que banalidades sin sentido alguno.
La Santa Venta ofrece su bendición y gracia cuando el Vendedor trabaja motivado por causas más nobles y profundas, que excedan a él mismo; como por ejemplo, servir de alguna manera a los demás. ¿Te suena conocida esa frase?
En ese sentido, la Santa Venta nos recuerda constantemente que Vender, es el simple acto de ayudar a los demás en alguna necesidad que tengan, y que además es justo recibir un pago por ello.
Así que, si tus metas o “plegarias” responden a deseos de hacerte rico o resolver tus problemas financieros, ya estás comprendiendo porque te cuesta tanto trabajo alcanzar tu cuota de ventas mes a mes.
Alcanza la armonía con “la Santa Venta”
Teniendo en cuenta todo lo anterior, además de que medites en ello quiero regalarte tres conceptos o ideas para que sea más fácil para ti, contar con la gracia de la Santa Venta, y tener buena fortuna y éxito en tu diario trajinar por el mundo de los negocios.
Vuélvete un experto… en VENTAS
Además de ser experto en tu área profesional, considera seriamente volverte un experto vendedor de tus servicios personales.
Hay excepciones a esto. Si eres Lionel Messi o Floyd Mayweather, puedes sentarte a esperar que alguien te descubra mientras tú te diviertes.
Pero si tu negocio no es un deporte de alta demanda social, créeme; con ser bueno no basta.
Sin embargo, déjame preguntarte algo. Aún si tú fueras una especie de Messi…, ¿y si no te encuentran? ¿Y si los años más codiciados de los deportistas de alto rendimiento van pasando y el éxito aún no llega a tu puerta?
En el mundo de la música, es muy frecuente encontrar casos como el que te estoy describiendo. Vas a un bar donde hay música en vivo, y el cantante hace cover de canciones y artistas muy populares, e incluso podríamos pensar que tiene todo el talento para ser un artista reconocido. Digamos que voz no le falta, e incluso le sobra talento. Pero no hay ninguna disquera interesada en él o ella. ¿captas lo que te digo?
Vender es otra manera de SERVIR a los demás
Y aunque estemos hablando de la «Santa Venta», no tiene nada de religión lo que te estoy diciendo. Se trata de simple sentido común. Todas las personas, sin excepeción, guardan y conservan en sus hogares aquellas cosas que «le sirven», y deshechan las que no. ¿Me explico? Y si bien puede parecerte rara la analogía, con las personas que nos rodean, también hacemos lo mismo: conservamos a las personas que nos sirven y nos son útiles de alguna manera, y dejamos de frecuentar las que no nos sirven ni nos aportan nada útil.
Pues bien, con los Vendedores pasa exactamente lo mismo. Si eliges SERVIR a cada cliente como una PERSONA, te harás “más grande” que tú mism@. Te volverás una leyenda. Así que vuélvete útil para los demás, conviértete en una pieza fundamental del destino de los demás; y siempre serás tomad@ en cuenta.
Como puedes apreciar, esto último no lo digo en el sentido puro del Vendedor de servicios o mercancías; sino que quiero venderte el lado más humano, empático y profundo, de nuestra Sagrada Profesión:
Las Ventas
¿Conoces alguna otra forma de «armonizarte» con la Santa Venta? ¡Te invito a que la compartas en los comentarios!
Hasta pronto
Federico S. Luque
Excelente!
Gracias Álvaro!
Es cierto cuando uno se preocupa por ganar dinero en tu negocio pero no te enfocas en el solucionar o bien minorar su problema Al cliente, no tienes avance.
Hola Mari, gracias por compartir! Saludos! Federico