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Como técnica verbal de autoprogramación, las afirmaciones pueden mejorar drásticamente tu vida, no hacer ninguna diferencia en ella, o hacerte sentir terriblemente peor de como estabas al inicio.

Afirmaciones bien hechas y mal hechas abundan por todos lados: libros, audios, seminarios, vídeos, etc. Aquí puedes ver un buen ejemplo sobre afirmaciones poderosas. Y como no se trata de algo menor, decidí escribir este artículo para que se te haga fácil comprender, los elementos que componen un afirmación poderosa y «sanadora» de otra potencialmente destructiva. Al final, entenderás muy bien porqué funciona de esta manera.

Si no estás muy familiarizad@ con el uso de las AFIRMACIONES, deja decirte que es un ejercicio verbal, que utilizamos los que hacemos Desarrollo Humano para hacer que una persona cambie o modifique algunos patrones de su pensamiento (como ser una creencia, enfoque o sintaxis mental), con el fin de que cambie la percepción de su realidad. Por ejemplo, si un joven enamorado es rechazado por la mujer que ama, puede caer en una falsa conclusión de «A mí nadie me quiere». Y si se aferra fuertemente a esa actitud, termina convirtiéndose en una creencia poderosa que hará que en su vida ignore de manera inconsciente, todas las manifestaciones de amor y cariño que encuentre a su alrededor: de sus padres, sus hermanos, amigos, etc. ¿Porqué? Por que su creencia necesita validarse de acuerdo a su propósito.

Si esta persona asiste a algún tipo de terapia o consulta y el profesional descubre el origen de su desgracia, bien podría valerse de las afirmaciones para ayudarlo a «re-descubrir», todo el amor y cariño que le rodea. ¿Me explico? Por ejemplo, podría decirle que repita 20 o 30 veces por día, frases cómo estás:

  • «Las personas que me rodean se sienten cómodas ofreciéndome su amor y cariño»
  • «Cada día es más fácil para mi, descubrir el amor que me rodea»
  • «Mi capacidad de dar y recibir amor, se multiplica día con día»

 

De esta manera, si la repetición es constante, estas afirmaciones (o decretos) van confrontando a la creencia anterior de «Nadie me quiere», y poco a poco, le van ganando la partida. Claro…, esto en el mejor de los casos. Estos tres ejemplos son de afirmaciones bien hechas. Se me ocurrieron al momento de escribir este artículo y tú puedes usarlas si quieres. Sin embargo, la idea que tengo en mente es de que vayas un paso más adelante, y aprendas a construir tus propias afirmaciones para moldear tu pensamiento a voluntad. Te será de gran ayuda. Comencemos.

 

1ra. Clave

Tienes que Creer en la Afirmación que Construyas

Parece una obviedad, pero veo tan a menudo que las personas se equivocan una y otra vez en este punto. Conocen el poder que las afirmaciones tienen, y se ponen a repetir como loros cosas en las que no creen, porque simplemente NIEGAN SU REALIDAD. Permíteme ser drástico en el ejemplo que mencionaré a continuación, con el fin de darme a entender

Una persona con cáncer asiste a un terapeuta, y éste con el fin de ayudarlo le pide que repita la siguiente afirmación:

 

«Estoy totalmente sano. Mi cuerpo está libre de cancer» 

 

Aunque pueda parecerte que está bien hecha y no tiene nada de malo, quiero aclararte que sí tiene algo (mucho) de malo, y no sólo que no le va a funcionar a la persona, sino que podría empeorar la situación del enfermo al generarle falsas expectativas.

O también puede que otra persona perdió su trabajo, chocó su automovil con el seguro vencido, y perdió sus ahorros de varios años en una mala inversión. Asiste con el mismo terapeuta y éste le pide que repita lo siguiente:

 

«Soy rico. Tengo todo el dinero que necesito para vivir, y me sobra. Vivo en abundancia»

 

Y en este caso, con total seguridad se sentirá mucho, pero mucho peor, de como estaba antes de repetir las afirmaciones. Así que grábate esto muy bien. Cuando hagas una afirmación…

 

¡No se trata de mentirte a ti mism@!

 

De hecho, es fundamental que aceptes la situación que te tocó vivir, y sin renegar de ella (reniegas de algo cuando te quejas, ¿ok?). Lo siguiente que tienes que tener en cuenta, es la segunda clave.

 

2da. Clave

Descubre lo que Estás Pasando por Alto

El enfoque es aquello a lo que prestamos atención, y hace que «aquello» no sólo se vuelva real para nosotros, sino que se vuelva lo único real que existe para nosotros, en un momento dado. Por ejemplo, si la persona del ejemplo anterior que se quedó sin trabajo y le pasaron todas esas cosas malas, se enfoca únicamente en eso…, ¿crees que tendrá ganas de levantarse al día siguiente? Desde luego que no, y descuidará su familia, su imagen, y caerá en un pozo depresivo profundo.

Cuando nos pasan cosas malas, la mayoría de las personas tienen a enfocarse únicamente en la magnitud del problema (que siempre se percibe como grande, enorme e inmanejable) y deja de prestar atención a las otras bendiciones que siguen estando en su vida, y que no se han ido a ningún lado. Ahí es donde entran las AFIRMACIONES, para ayudarnos a recordar que esas benciones, siguen estando en nuestra vida.

Para este caso, se me ocurren que una buena afirmación debe sacar a relucir esas bendiciones de las que te hablo. Por ejemplo:

 

«Agradezco de corazón, por mi familia hermosa que me espera en casa todos los días»

«Dios (o la vida, o el Universo si prefieres) pone en mi vida únicamente situaciones que estoy listo para manejar»

 

Afirmaciones de esta naturaleza, cumplen el rol de que este buen Señor no sucumba ante la adversidad, ni considere la pérdida de su trabajo como una tragedia o una desgracia; y tome un poco de perspectiva en el asunto, ¿me explico? Ahora bien, con ese objetivo cumplido, podría constuir una afirmación que apunte a darle ánimos e inspiración para resolver el problema. Por ejemplo:

«Mis habilidades y mi experiencia, son valiosas para muchas empresas»

O también…

«Muchas empresas necesitan a alguien con mis habilidades y mi experiencia, y están dispuestas a contratarme hoy mismo»

 

¿Hay alguna mentira en las afirmaciones anteriores? ¿Te vas dando cuenta de cómo funciona? El secreto aquí radica en «voltear a ver» el otro lado de las cosas que están en tu vida, y no quedarte con una versión de algo, porque siempre será una «versión reducida» de la realidad.

De esta forma, el Señor que tuvo problemas de trabajo y por ende de dinero, cuando regresará a su casa por las tardes tendrá dos formas de hacerlo:

  1. Frustrado, amargado, y deprimido porque perdió el único sustento de su familia o;
  2. Confiado, optimista y seguro de que tiene una oportunidad entre manos, y que saldrá fortalecido de la situación.

En ambos casos, el señor es el mismo, la familia es la misma y el problema también es el mismo. ¿Que es diferente? Su enfoque y por consiguiente, su percepción. Y las afirmaciones trabajan para cambiar su enfoque.

Sin embargo, aún hay algo más que podemos hacer con las AFIRMACIONES; y es considerar el tiempo verbal al momento de enunciarlas, para que tenga sentido para el cerebro.

 

3ra Clave

Describe una Acción y no un Suceso

A esta idea la saqué del libro «Mi Primer Millón», y aunque no hacen alusión explícita a esta cualidad, sí la tienen muy en cuenta. Los autores Godefroy (Francia) y Poissant (Canadá) también desarrollan el tema de las AFIRMACIONES en este libro, y la recomiendan ampliamente como un método eficiente para programar el subconsciente (inconsciente para los que hacemos PNL). Ellos se basaron totalmente en el método desarrollado por Émile Coué, el farmacéutico francés que es conocido como el creador del «Efecto Placebo«. La afirmación que nos dejó este hombre, se me hace sencillamente genial:

 

«Todos los días, desde todo punto de vista, voy de mejor en mejor»

 

Godefroy y Poissant tomaron esta afirmación como base, y se dieron cuenta que para programar al Subconsciente es muy importante describir un proceso o una acción; algo que está sucediendo día con día y no que ya está terminado o acabado. Observa las diferencias en las afirmaciones siguientes:

«Soy rico»

«Cada día, me vuelvo más y más rico»

 

En el primer caso, la afirmación es totalmente ineficaz, y prácticamente imposible que alguien que quiere trabajar su relación con el dinero termine creyéndosela. En el caso de la segunda afirmación, no contradice la realidad de nadie (ni siquiera la del señor que perdió su trabajo), sino que le da un giro de perspectiva y nos permite enfocarnos más en nosotros mismos, en lo que hacemos o podemos hacer, y el beneficio que esto nos deja.


 

Bien, has llegado al final del artículo y como sé que no es precisamente corto, quiero felicitarte por que tienes una capacidad de lectura muy superior a la que crees.

Te invito a que me compartas tu opinión del mismo aquí abajo en los comentarios y porqué no, a que te suscribas a mi lista de correo para que estemos en contacto.

 

¡Que tengas larga vida y buena fortuna!

Federico S. Luque